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jeudi 17 novembre 2011

Pacientes renales bajo terapia con tango


La música mejora la adhesión al tratamiento. Crean orquesta para tocar en Centros de Salud
LETICIA COSTA DELGADO
"El Patch Adams tanguero", así lo llamó una paciente de diálisis en referencia al médico estadounidense que combina tratamientos con humor en salas de hospital. Algo de eso hay. Gerardo Pérez es nefrólogo y tanguero, al mismo tiempo.
Doherty Hunter Adams ("Patch Adams") es médico y payaso. Apela a la alegría y el juego como complemento de los tratamientos clínicos desde la certeza de que ayudan a la recuperación.
Gerardo Pérez va por la misma línea. Médico nefrólogo (especialidad que se ocupa del estudio de los riñones) lleva el bandoneón a los centros de diálisis e interpreta tangos mientras los pacientes se someten al tratamiento. Se trata de personas con insuficiencia renal extrema, perdieron la función normal de sus riñones y deben conectarse a un equipo que filtra los residuos de la sangre.
"Es un tratamiento duro, difícil", dice Pérez. « Deben hacerlo tres veces por semana durante cuatro horas. Muchos no lo aceptan y anímicamente no están bien". Por eso les sugiere, si quieren, acompañarlos con su bandoneón.
Y la mayoría quiere. "Les hace bien disfrutar de la música, de alguien tocando en vivo", cuenta el nefrólogo. « Muchos se ponen a cantar y recuerdan momentos de su juventud. Me he encontrado con personas que cantaban cuando eran jóvenes y todavía entonan muy bien, con 90 años", dice Pérez.
Consultado sobre si el estilo musical no contribuye a aumentar la melancolía, asegura que no, que sus pacientes disfrutan de la música más que de lo poético.
En su repertorio entran clásicos de Carlos Gardel como « Volver » o « Mi Buenos Aires querido »…de Aníbal Troilo « Sur » y una larga lista que combina tango, milonga, vals y ranchera.
"Es hacerlos sentir bien desde el punto de vista humano, no solo científico", comenta el nefrólogo quien admite no tener pruebas certeras de que su música redunde en mejoras en la salud de los pacientes. Lo que sí mejora es su adhesión al tratamiento. Algo que a la larga los ayuda porque estos pacientes, cuenta el especialista, deben seguir dietas estrictas en la vida cotidiana y si no están dispuestos a hacerlo, su salud empeora. A medida que se sienten menos contenidos en el centro de diálisis, se toman el problema de otra manera.
La música también ayuda si tienen que estar internados para ser sometidos a un transplante de riñón, como le pasó a Alicia, quien tras la intervención escribió una carta de agradecimiento. "Se aparecía cuando estaba aburrida, angustiada y con curiosidad de qué iba a pasar con mi riñón", relata. « Si no fuera porque estaba prisionera en una pieza », agrega, « jamás me hubiera dado la oportunidad de escuchar a un bandoneonista".
De hecho, nunca había visto un bandoneón de cerca. "Le di la oportunidad al `Patch Adams tanguero", recuerda. Y "por un momento la impaciencia por el riñón que no funcionaba pasó a segundo plano".
El pasado mes de agosto Eduardo Wilson, médico y estudioso del tango realizó una presentación en la Academia Nacional de Medicina sobre los médicos y el tango. En su exposición habló sobre distintos médicos uruguayos que se han dedicado a la música como una actividad simultánea a su profesión, y entre ellos incluyó al Dr. Pérez.
A raíz de la presentación, colegas del Sindicato Médico del Uruguay le propusieron crear una orquesta. Así nació "Buena Praxis tango", un quinteto que se presentó por primera vez el pasado 15 de octubre en el marco de la Asamblea General de la Asociación Médica Mundial.
Presentarse con un grupo demandará costos que no puede afrontar, pero Pérez aspira a coordinar con Centros de Salud para llevar su música a las salas de los hospitales.

samedi 12 novembre 2011

MIGUEL ANGEL PEREIRA, viejo amigo, guitarrista argentino


En esta ocasión Miguel Ángel Pereira nos cuenta un momento de su vida, cuando acompañaba como guitarrista al cantor Horacio Guarany.
Hola Juan.
Era por los años 68 – 69 guitarrista de Horacio Guarany y nos tocó ir al festival de Tango y Folklore de Balcarce. Como siempre Horacio abría el festival a eso de las diez de la noche y luego a esperar hasta el cierre.
Mientras tanto debajo del escenario, que era en esa época el natural, estaba el lugar para hacer tiempo. No habían sillas y éramos muchos los músicos que buscábamos donde sentarnos.

Bueno, de repente encontré un sillón de brazos vacío y me senté. Como a mi guitarra no la podía tener derecha a causa de los brazos del sillón, empecé a tocarla un poco inclinada. Arranqué con el tango « Uno ». En ese instante estaba parado frente a mi mirándome Antonio Agri.
Yo me levanté para darle el lugar y él, muy de caballero no lo aceptó y se sentó en el brazo del sillón. Yo seguí tocando el tango y de pronto siento el violín de Agri acompañándome. Me corrió un frío terrible y seguí tocando cuando de pronto frente a nosotros con su bandoneón estaba Piazzolla y yo abriendo las piernas le señalé un lugar y él poniendo su pié puso el fueye en la pierna y se sumó al tango.
Imagínate como me sentía yo porque lo empecé a cantar para que no terminara, cuando de repente siento una voz que me dice : « A ver pibe, dame la guitarra » y apoyándose en el otro brazo del sillón, empezó a tocar y cantar. Era Edmundo Rivero.
A todo esto se había formado una ronda de músicos impresionante. Bueno se terminó el tango y cada uno se fue para su lado y yo me quedé estupefacto por lo que había vivido, algo que no se iba a repetir nunca más. Mas tarde me dijo Horacio que todo el mundo
comentaba lo que yo había hecho.
Bueno Juan, caro amigo, ahi está la historia. Tengo algunas otras pero serán para más adelante.

Un abrazo.
Miguel Angel

mercredi 2 novembre 2011

ALFREDO DE ÁNGELIS


Alfredo De Ángelis nació en Adrogué, Provincia de Buenos Aires, el 2 de noviembre de 1912.
En sus comienzos estudió bandoneón, pero muy pronto se cambió al piano y terminó siendo uno de los más destacados painistas que tuvo el tango.
Para 1940 formó su orquesta con la que debutó en el « Marabú », pasando luego al « Marzotto ». Cuentan que la gente se agolpaba sobre la vereda de Corrientes, al igual que en 1913 sucedía en la calle Paraná para escuchar a Juan Maglio « Pacho ».
Fueron los primeros cantores de De Ángelis, Enrique Morea y Floreal « Tata » Ruiz, a los que en 1943 reemplazaron Julio Martel y Carlos Dante.
De Ángelis contó con una gran adhesión del público que le seguía a sus presentaciones en bailes de clubes sociales y deportivos. A propósito, De Ángelis contaba el diálogo que tuve en una ocasión viajando en un taxi : « El chofer me dijo, yo nací por su culpa, mis padres se conocieron en un baile en que actuaba su orquesta ». Prosigue hablando el maestro : « A mis bailes iban 800 muchachos y 3.000 chicas. Era común escuchar a los varones decir, vamos a bailar con De Ángelis que lleva muchas minas ».
Los dueños de las calesitas del Parque Japonés de Buenos Aires, acompañaban el giro del « carrousel », con discos de la orquesta de De Ángelis. Los hinchas de las otras orquestas de la época, la bautizaron peyorativamente « la orquesta de calesita ». De Ángelis les respondía : « Yo se que con esa afirmación, algunos pretenden subestimarme. Se equivocan, mis discos comenzaron a pasarse en las calesitas, porque el público los pedía ».
El 7 de febrero del año 2004, en el rincón infantil del Puertito de Ouchy, Lausanne, Cantón de Vaud, Suiza, escuché mientras daba vueltas la calesita, « La cumparsita » interpretada por la orquesta del maestro Alfredo De Ángelis. Sin comentarios!!!
La orquesta de De Ángelis actuó durante 25 años seguido en Radio « El Mundo », en el programa « Glostora Tango Club », que se transmitía todos los días en el horario de 20:00 a 20:15 horas.
Como compositor, De Ángelis dejó hermosos tangos como : « La pastora » y « Pregonera », con el poeta uruguayo José Rótulo y « El taladro », dedicado a su querido cuadro Bandfield.
De Ángelis nos legó para el recuerdo y disfrute de sus admiradores 500 temas grabados, a través de sus 37 años de actuación.
Alfredo De Ángelis falleció el 31 de marzo de 1992.