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lundi 5 janvier 2015

ARGENTINA SINFÓNICA

El pasado sábado 6 de diciembre, la Orquesta de L’HEMU, bajo la dirección del maestro Leonardo García Alarcón, con la participación especial de los bandoneonistas William Sabatier y Stéphane Chapuis y la soprano argentina Mariana Flores, ofrecieron un recital, en la Sala de Conciertos del BCV, en el Flon (Lausanne – Suiza).
El repertorio estaba compuesto en exclusividad, por temas de Astor Piazzolla. La sala estaba colmada y hubo gente que debió ver el espectáculo de pie .El propio director, que ofició de maestro de ceremonias, explicó con detalle, en primer lugar cada uno de los instrumentos que componen una orquesta sinfónica y en segundo término los temas que se fueron ejecutando.
Los temas cantados por Mariana Flores, fueron, demás está decir, en español, ante un público mayoritario de francoparlantes. Esto me hizo recordar aquellos tiempos en que Carlos Gardel, cantaba en París en español y él mismo decía: “Estos franceses no saben lo que digo, pero igual me aplauden a rabiar”.
Es de pensar que los espectadores se regocijaban con la voz del tacuaremboense inmortal y no con la letra del tango. Y algo así debe haber pasado esta noche, porque Mariana Flores tiene una voz melodiosa, muy afinada y acompañada de una expresión que da color y calor a la letra que interpreta.
Al final del espectáculo tuve oportunidad de hablar con la cantante, que tras mis felicitaciones por su actuación, me confesó que ella es cantante lírica y que hoy había cantado esta música a pedido de los organizadores. Mariana Flores es mendocina y en estos días regresa a su tierra natal, tal vez, haciendo realidad el título que Piazzolla dio a uno de sus temas: “Siempre se vuelve a Buenos Aires”.
Con el bandoneonista Sabatier hablamos de los tangos primitivos y él me decía que “El choclo” era el tango más viejo, a lo que yo le respondí que eso sólo porque tiene barba, pues el primer tango es “El talar” del pianista argentino Prudencio Aragón, compuesto en 1895, mientras que “El choclo”, lo compuso Villoldo en 1902.
Al cierre del espectáculo hubo un brindis de honor, donde el público en el hall de la sala comentó largamente sobre el recital.

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