Francisco Fiorentino, el Tano Fiore por su origen italiano,
fue un excitoso cantor de tangos. Nació en el barrio de San Telmo, Buenos Aires, el 23
de septiembre de 1905.]
Se inició en el tango como bandoneonista,
pero luego pasó a desempeñarse como estribillista de diversas orquestas. El
estribillista era el cantante de orquesta que en los años veinte y treinta
cantaba sólo un fragmento de la letra, sin tener demasiada trascendencia. En
ese carácter, cantó para las orquestas de Juan Carlos Cobián, Francisco
Canaro, Juan D’Arienzo, Pedro
Maffia y Roberto Zerrillo.
Cuando llega a la flamante
orquesta de Aníbal
“Pichuco” Troilo, nadie suponía lo que llegaría a ser. Los años de
Fiorentino con el "Gordo" llevaron al cantor a un primer plano muy
merecido, ya que, superó notoriamente sus actuaciones anteriores; fue la voz
característica de la orquesta. Y por propio peso, desde aquellas primeras
intervenciones como estribillista, pasó a cantar, si bien no toda la letra,
gran parte de la misma. Voz de tango, fraseo bien porteño y gran emotividad,
características que expuso Fiorentino en aquellos años en que logró sus éxitos
definitivos.
Fiorentino y Troilo conformaron un afiatado engranaje, un
acople perfecto donde la orquesta se lucía en una larga introducción para luego
generar el marco adecuado y necesario para que el cantor se destacara. Su
personalidad, su buen gusto y la dirección permanente de "Pichuco"
dieron como resultado un cantor intimista, de gran calidez interpretativa que
supo conmover a su público, convirtiéndose en un hito en la historia de los
vocalistas de tango.
Su vida artística junto a Troilo
duró seis años, debutó el 1 de julio de 1937 en el cabaret Marabú y se
desvinculó en marzo de 1944.
En 1955, antes de viajar a
Mendoza, comentó a un amigo: «A la vuelta de la gira tengo prometido un laburo que, si se me hace, es lo mejor que me podría pasar: el Gordo
Pichuco me va a hacer grabar con el cuarteto Troilo-Grela.
¿No es una maravilla?».
En 1951 viaja al
Uruguay para incorporarse al conjunto del pianista José Adolfo Puglia y el
bandoneonista Edgardo Pedroza. Con esta orquesta registró sus tres últimas
grabaciones.
La noche del 10 de septiembre de 1955, diez días antes de cumplir 50 años,
cantó en un baile a beneficio en la escuela Alfonso Bernal en el distrito Los Árboles de la
localidad mendocina de Rivadavia, 35 km al sudeste de Mendoza y 950 km
al oeste de Buenos Aires. A la madrugada, junto con otros amigos músicos
emprendió el viaje de regreso en automóvil. Pero en vez de dirigirse hacia la
ruta nacional 7, se dirigieron al oeste por un camino de ripio y a 30 minutos
de distancia, volcaron al cruzar el puente del dique Tiburcio Benegas, sobre el
río
Tunuyán. La parte del vehículo en que viajaba el cantor quedó cubierta por
el agua de una pequeña fosa cenagosa de muy poca profundidad, apenas unos
centímetros. "Fiore" tuvo la mala suerte de perder el conocimiento
por el golpe y quedar con el rostro semisumergido. Perdió la vida absurdamente
ahogado.
La foto es del tano Alberto Marino...
RépondreSupprimerQué ignorancia y falta de respeto a los dos cantores!