Pages

lundi 31 décembre 2012

Una anécdota para el tango, que surge desde mi niñez.


 

Amigo tanguero
Dr. Juan Holenweger
Dr. César Jones


 
(César Jones Mazaite, Academia del Tango de la República O. del Uruguay, in memoriam de Teresita Fleitas, 2012).
Héctor Ángel Benedetti (1969) escribió su Historia anecdótica del tango, que formalmente se llamó: “Las mejores anécdotas del tango y otras curiosidades”, editado en el 2000 por Planeta, Buenos Aires.
En su prólogo el argentino Benedetti expresa que la historia del tango es más o menos conocida y casi podría deducirse a partir de algunos elementos sobrevivientes de los lejanos días de su nacimiento. “Con resultados desiguales, la misma narración nos ha sido contada muchas veces”.
Y continúa: “se dice que el tango es una manifestación más bien íntima: sin embargo, esto no fue impedimento para la multiplicación de sus crónicas.
Así hemos comprobado para el tango la existencia de una historia musical, social, biográfica, fílmica, discográfica, iconográfica, y desde cualquier otra disciplina imaginable. Cosa que no sospechaban (que no se hubieran atrevido a sospechar) sus primeros cultores.
La historia fue una sola. Y aunque fue contada, adulterada o mutilada según el autor, en todo esto es posible establecer un ciclo, o una secuencia de ciclos, que terminó triunfando.
Pareciera que esa constancia, al fin, fue solvente y nos regaló la perdurabilidad del tango.”
Pues aquí va, a continuación, una anécdota verdadera de mi niñez con “el cantor del pueblo” Carlos Roldán.
 
El cantor y yo.
Siendo un niño conocí a Carlitos entre los años 1953 y 1955. Yo vivía con mis padres y mi hermana mayor en un amplio caserón ubicado en la calle La Paz 1319 entre Miguelete y Yaguarón, siendo nuestra vereda el límite del barrio Aguada con el Centro. Y él, esporádicamente, paraba  en la casa de su hermano, en el 1351 de la misma calle, ya en el barrio Cordón (ya que la línea Ejido-Miguelete era el límite), cuando venía de Buenos Aires.
Esa casita era baja y muy humilde, con una puerta de entrada pequeñísima, de paredes externas de un color ocre amarillento desleído, ubicada en la manzanita triangular delimitada por las calles La Paz, Miguelete y Barrios Amorín (entonces “Médanos”) y que hoy es la Plazoleta “Cristóbal Echevarriarza”. En ella, había una panadería, una peluquería, un almacencito, y dos o tres viviendas, todas encerradas por un murito muy bajo,  también ocre amarillento.
Cuando volvía de la escuela, la “Estados Unidos de América” de la avenida Uruguay, y si no habían muchos deberes que hacer, me encontraba con varios escolares (algunos que iban a la escuela “Piedra Alta”) para jugar al fútbol en el espacio cuasi rectangular de la calle La Páz y Ejido, delimitado por un murito pequeño, que tiene como fondo el edificio de la CONATEL. Y ahí jugábamos, haciendo las veces de pelota una media rellena o incluso una chapita, aunque excepcionalmente alguien traía una pelotita vieja de goma o de tenis.
Generalmente había un único espectador, un señor bien peinado y demasiado bien vestido para la usanza del barrio (camisa blanca con mangas largas y puños, pantalón azul y zapatos negros lustrados) que nos observaba desde la vereda de enfrente, de pie, apoyado con su brazo derecho en la puertita de la casa antes descripta. No creo que le interesara mucho el “espectáculo deportivo” que ofrecíamos, pero era lo  único que se podía ver…
Yo sabía quien era porque alguien me lo había dicho; así que un día me armé de valor, puse la pelotita –ese día era la mía- bajo mi brazo, crucé la calle que en ese tramo es bastante angosta, y me apersoné al señor, que viéndolo de cerca, desde abajo, me pareció un gigante. Y le dije: -Señor, sé que Usted es un cantor famoso. Y viendo que sonreía, y para que el momento no se cortara, continué rapidito: ¡Yo también canto!
Pienso que Carlitos entendió, que tenía a un colega frente a sí.
Para entonces nos rodeaban, formando una media luna, todos los “futbolistas” que sigilosamente se acercaron para participar del singular encuentro.
Roldán nos observaba con gestos muy cordiales, que aventaban todo temor y me incitaban a continuar la conversación.
Entonces me dijo que le encantaría escucharme. Y ahí en la vereda nomás, entoné una canción romántica, cuya letra la sabía de memoria pues yo estudiaba las revistas “Cancionera” que mi hermana siempre compraba, y la música las conocía porque en casa la radio de mi padre estaba siempre encendida. Y recuerdo que  la letra por mi entonada, decía “No, no concibo que todo acabó, que este sueño de amor terminó, que la vida nos separó…”
Desde ese día cada vez que me encontraba con Roldán le cantaba y él me corregía detalles de pausas, pronunciación de las palabras y supongo que afinación también.
 
Cierto día lo invité a ir a mi casa, ya que mi padre tenía mucho interés en conocerlo, y  él aceptó gustoso. Mi padre era sastre de medida,  y tenía en el segundo patio claraboyado de mi casa, un taller, donde lo acompañaban varios ayudantes, que pespuntaban y cosían entretelas, cortaban forros y planchaban. Esa vez fue la primera que recuerdo, en que se apagó la radio para conversar y oírlo con tranquilidad.
Carlitos se hizo muy amigo de todos y de tanto en tanto, venía al taller a charlar y varias veces entonó a capela algunos tangos que provocaban clamorosos aplausos.
Y el taller se consagró como otra peña de amigos al que Roldán asistía, similar  al que el escritor Juan Antonio Varese describe en el libro de las Memorias del fotógrafo José María Silva, en el estudio fotográfico de la avenida Rondeau y Uruguay. Y vaya una lanza quebrada por la imágen del cantor querido: mi padre era totalmente abstemio, y en su taller y en el resto de la casa, jamás había una gota de bebida alcohólica. A lo sumo se tomaba mate y alguna gaseosa. Carlitos tenía una débil resistencia a la ingesta de bebidas alcohólicas, pero debemos descartar de la imágen que algunos crearon de que iba por la vida borracho. La noche por la que transitaba para cumplir con su vocación artística, lo sumió en diversos brindis que no le hacían bien. Tal vez por ello, y por su bohemia persistente, falleció jóven, cuando aún tenía mucho por darnos.
Para entonces yo era un liceal con responsabilidades, concurría a clases de gimnasia, basketbol, natación e inglés, y en algún momento, con tantos horarios diurnos lejos de casa, no supe más del cantor, y simultáneamente, la adolescencia cambió totalmente mi voz, y nunca más volví a cantar. Las "clases de canto" con Carlitos se hundieron en mi memoria, y solo este año afloraron mágicamente. Solamente subsistió hasta hoy, mi gusto por escucharlo a Roldán.


jeudi 20 décembre 2012

TANGO La música que identifica a los rioplatenses



Dr. Juan Ángel Holenweger

         No ha podido establecerse con unanimidad de criterio, el origen de su creación. Diversos autores hacen valer la influencia de la habanera, la milonga criolla, el tanguillo andaluz y el candombe en su génesis. Lo dificil es explicarse como, de un cocktail tan disimil, pudo haber nacido un ritmo y una melodía tan diferente, tan particular y con tanta personalidad como es el tango.

            Este género musical surge como baile, entre los años 1880 y 1900 en los arrabales de Buenos Aires y Montevideo. Varios hechos facilitan su alumbramiento. La avalancha de inmigrantes al Río de la Plata desde mediados del siglo XIX; la llegada del gaucho a las ciudades, desplazados del medio rural como consecuencia del alambrado de los campos y la libertad de los negros por la abolición de la esclavitud dictada por el gobierno del Gral. Manuel Oribe en el Uruguay.

            Si bien nuestros hermanos de allende el río hablan del tango argentino, no hay dudas que esta música hace su aparición al unísono en ambas orillas del Río de la Plata. Basta repasar la nómina de los primeros compositores de tangos para darnos cuenta que fue así: Prudencio Aragón (argentino); Rosendo Mendizabal (argentino); Ernesto Ponzio (uruguayo); Manuel Campoamor (uruguayo) ; Manuel Arostegui (uruguayo); Ángel Villoldo (argentino); Enrique Saborido (uruguayo); Francisco Canaro (uruguayo);…

            Las letras de estos tangos, dan razón al título de esta nota :

              TANGO                                                DE DOS ORILLAS

Dicen que el tango nació                        Atención pido señores

En un patio de arrabal                             Si es que quieren escuchar

_________________________                    ________________________

Comentan que vio la luz                         Soy quejas de bandoneones,

En una noche cualquiera                                    Melodías de arrabales,

Con cadencias de habanera                   Yo soy de las dos orillas

Y de tanguillo andaluz                             Y quiero a las dos iguales

______________________                Soy del Río de la Plata

                                                                       Que va llevando en sus olas

                                                                       «Derecho viejo» de Arolas,

                                                                       _________________________

Que, mezclao con la milonga                Yo soy una serenata

En una farra mistonga                             de Carlitos y de Razzano,

Hiciste tu aparición.                                 Yo soy Pirincho Canaro,

No importa como viniste                                    Soy “El choclo”, “La tablada”,

Ni que cuna te acunó                               Yo soy esa «Puñalada»

No importa quien te engendró             que dio Pintín Castellanos.

Lo importante es que viniste!!!

             Teddy Peiró                                       Teddy Peiró y L. Adrover


samedi 24 novembre 2012

FRANCISCO LOMUTO



Pianista, director y compositor, nació en Buenos Aires, el 24 de noviembre de 1893, en el Barrio de Los Patricios, Bs. As., República Argentina. Su madre fue quien le dió los primeros conocimientos de solfeo y piano, que luego completó en el Conservatorio Santa Cecilia.


En 1911 compuso su primer tango, «El 606», título que recuerda el nombre de un medicamento de amplio uso en aquellos tiempos, contra la sífilis, al que le siguió «La rezongona», que le grabara su amigo de toda la vida, Francisco Canaro. Más adelante, compone «Muñequita», que se lo extrenó la cancionista María Luisa Notar en 1918.

Desde el piano integró la orquesta que entretenía los pasajeros del Cabo Polonio, barco que hacía la travesía Buenos Aires – Tierra del Fuego, a bordo del cual compuso los tangos «Nunca más», en homenaje al médico que le salvó de una grave infección y «Tierra del fuego».

En 1916 integró un cuarteto con Pedro Maffia en bandoneón, Raimondo Petillo y Bernardo Germino en los violines y él al piano, actuando en el café «Monterrey».

En los años «20» escribió las letras de algunos de sus tangos, con el seudónimo de Pancho Laguna. Recordamos «Cachorra», «Dímelo al oído», «Churrasca» y «Cachadora» , este último se lo grabó Carlos Gardel.

Para 1923 forma su orquesta con los cantantes Fernando Díaz y Jorge Omar. Con Francisco Canaro compartió un tiempo a Charlo. Entre los músicos que la integraban recordamos los nombres de Ricardo Luis Brignolo y Federico Scorticati en los bandoneones y Juan Carlos Howard al piano.

Con su orquesta Intervino en los filmes «Melgarejo» (1937) y «La rubia del camino» (1938).

Falleció el 23 de diciembre de 1950.

lundi 12 novembre 2012

SI TOMÁS ALCOHOL, NO MANEJES


Susy Leiva, Susana Teodora Ramona Leiva, su nombre de familia, la voz feminina mayor del tango, acostumbraba en sus giras artísticas ir acompañada por sus músicos, su esposo y su representante. Aquella noche del 4 de octubre de 1966, actuó en la que resultó ser su última presentación pública, en el «Festival del Canto», organizado por el Canal 5 de la ciudad de Rosario.


Al finalizar el espectáculo, a pesar de que les habían reservado hotel, insistieron en regresar a Buenos Aires. Alguien observó que el marido de la cantante, Manuel Villamor, había tomado algunas copas de más y no estaba en condiciones de manejar. Haciendo caso omiso a las recomendaciones que se le hicieran, igual emprendieron el camino a la capital. Viajaba con ellos, Alba Velázquez, amiga personal de la cancionista.

Esa madrugada en el Km 126 de la ruta Nacional N° 9, Rosario – Buenos Aires, a la altura de Baradero, el auto en que viajaban chocó de frente con otro que circulaba en sentido contrario. Susy Leiva murió en forma instantánea. Tenía 33 años recién cumplidos, había nacido el 31 de agosto de 1933, en el barrio de San Telmo.

Susy Leiva debutó profesionalmente en Radio Nihuil, de Mendoza. Luego se presentó en locales nocturnos en Buenos Aires y en Radio Belgrano. En 1954, durante los festejos oficiales del Día del Trabajador, se presentó representando a la Unión de Artistas de Variedades y fue galardonada como «Reina del Trabajo».

En 1956 fue la voz de la Orquesta de Juan Canaro, pasando en 1960 a actuar con Mariano Mores.

Su voz de soprano, quedó para el recuerdo en tangos como «Sin palabras», de Mariano Mores y Enrique Santos Discépolo y su éxito mayor, «Frente al mar», de Mariano Mores y Cátulo Castillo.

Sus restos fueron velados en Malabia 1662 y recibieron sepultura el 6 de octubre en el Cementerio de la Chacarita, Buenos Aires.

mercredi 24 octobre 2012

DONATO RACCIATTI



Nació en Chieto, Italia, el 18 de octubre de 1918. Su familia emigró al Uruguay cuando Donato tenía seis años. Se inició como bandoneonista en radio en 1938.


En 1940 se le encuentra en la fila de bandoneones de la orquesta Laurenz-Casella. En 1945 forma un conjunto para acompañar al cantor Luis Alberto Fleitas y en 1948 conforma su orquesta definitiva, con un ritmo esencialmente bailable y ortodoxo, debutando en el Hotel Nogaró de Punta del Este.

Sus mayores éxitos surgen a partir de 1953 cuando incorpora la mejor voz femenina del tango en Uruguay, Nina Miranda.

Con su orquesta recorrió toda el interior de la República Argentina; en más de una oportunidad viajó a Japón alcanzando gran éxito.

De su autoría, entre otros destacamos los tangos «Vencida», «Hasta siempre amor», «Tu corazón», «No quiero ni acordarme».

El 30 de noviembre de 2011, el Correo de la República Oriental del Uruguay lanzó una serie de sellos en homenaje a tres grandes del tango, Juan D’Arienzo, César Zagnoli y nuestro recordado bandoneonista Donato Racciatti.

Falleció el 27 de mayo del año 2000.

lundi 24 septembre 2012

GUILLERMO DESIDERIO BARBIERI





Nació en la ciudad de Buenos Aires, en el barrio de San Cristóbal, más precisamente en la calle Garay, , el 25 de setiembre de 1894. Sus padres Rosario Hernández y Tristán Barbieri,  eran argentinos. Su padre, que era músico de profesión y  fue quien despertó en su hijo el amor por la guitarra.

            A comienzos de la segunda década del siglo XX, integró un trío con Félix Rodríguez en bandoneón, Pedro Vallarino en violín y él con su viola. Se iniciaron en serenatas y bautismos en sus correrías milongueras por los barrios de la ciudad.

            En un reportaje que le hiciera la revista uruguaya «Cancionera», Barbieri relata como conoció a Carlos Gardel : «Lo conocí en el Stud de Bastarrica, en el Bajo Belgrano, en oportunidad de una gran fiesta, conmemorando la victoria de un caballo del stud. Gardel y Razzano me escucharon con mucha atención y terminada la reunión nos despedimos y quedamos en hablarnos. Al otro día se apareció Razzano por el Teatro Esmeralda (hoy Maipo) donde yo trabajaba, cerramos trato y desde ese momento ocupé mi puesto”.

                Fue el guitarrista de más larga actuación junto a Gardel. En 1921 unió su guitarra a la de José Ricardo y permaneció junto al «Inmortal tacuaremboense» hasta su muerte en el accidente de Medellín.

            Barbieri  fue un inspirado compositor. En 1921, Roberto Firpo grabó el primer tango de su autoría, «Los ruiseñores». Dejó alrededor de 90 obras, de entre las cuales recordamos sólo algunas : «Anclao en París»,  «El que atrasó el reloj», «Preparate p’al domingo», «Viejo curda», «Pa’ lo que te va durar», que quedó originalmente inédito.        Este tango lleva letra de Esteban Celedonio Flores y se conoció varios años después de muertos Barbieri y el «Cele». Lo estrenó la orquesta de Aníbal Troilo con Jorge Casal, aunque no lo llegaron a grabar. «Pichuco» lo hizo después con la voz del «Polaco» Goyeneche. Otro tango de la autoría de Barbieri y Flores es «Viejo smoking», que grabó la orquesta de Juan D’Arienzo con su cantor Armando Laborde.

Pero es necesario decir que el tema más exitoso de Barbieri fue «Anclao en París», tango que nació a través del correo. Enrique Cadícamo se alojaba en esos momentos en el Hotel Oriental en la ciudad de Barcelona y recibió una carta de Guillermo Barbieri desde Niza, donde actuaba Gardel, en la que le pedía una letra para musicalizarla y que «El Mago» la cantara.         

Sentado a una mesa en el comedor del hotel, Cadícamo pidió un “carajillo” y mientras fumaba escribió, en menos de una hora, la letra de «Anclao en París». El propio poeta en sus memorias cuenta así este hecho: «Mi imaginación voló a Montmarte, donde recordaba haber visto a algunos jóvenes compatriotas anclados iniciándose en la cruel manga y a los cuales siempre pude tirarles unos francos salvadores. Aquello podría ser el tema para la letra del tango».

Al día siguiente Cadícamo le envió los versos a Barbieri, quien rápidamente compuso la música y Gardel lo grabó en la «Ciudad Luz», el 28 de mayo de año 1931.

Barbieri fue un gran colaborador de Gardel, de quien apreciaba además su gran sentido del humor. Era él quien hacía las veces de apuntador cuando «El Mago» se olvidaba la letra de alguna canción. En varias de las grabaciones de Gardel se escucha la voz de Barbieri en alguna breve anotación y en algún caso, como en «Che Bartolo», su intervención hace reir francamente al «Zorzal Criollo».

 En 1933, en una entrevista que le hiciera la revista «Cancionera», declaró Barbieri: «En mi larga actuación al lado del Mago, debo expresar que siempre he sentido la más profunda admiración por él, a pesar de lo cual en los 14 años que soy su guitarrista nunca llegué a tutearlo».

Barbieri falleció el 24 de junio de 1935 en el accidente de Medellín, junto a Gardel y Lepera.


dimanche 16 septembre 2012

Londres 2012: Un tango espectacular en busca de la plata

Andrea Fuentes y Ona Carbonell, a una décima de las chinas, apuestan por una coreografía muy innovadora en el programa libre

Londres 2012: Un tango espectacular en busca de la plata
 
España busca la plata en el dúo de la natación sincronizada de los Juegos Olímpicos con una apuesta arriesgada. Ona Carbonell y Andrea Fuentes, terceras después de la rutina técnica con el "Zapateao flamenco" de Flora Albaicín, interpretarán este lunes el tango "La Cumparsita" en el Centro Acuático de Londres, el plato fuerte para sorprender al jurado y superar a las chinas. Después de la primera jornada, Rusia manda con 98,500 por delante de China (96,100) y de España (96,000). El martes se decide el resultado final.
Efectivamente, Fuentes y Carbonell han trabajado en ese tango durante un año y medio y en los últimos meses han perfilado todo para que no haya fallos. Anna Tarrés, la seleccionadora, tiene esperanza: "Podemos ser segundas. Al final ellas repiten el ejercicio técnico y nosotras el libre. El ejercicio libre de China no tiene nada especial, es una coreografía más, del montón. Estoy contenta. Hemos tenido una gran mejora técnica, ha sido espectacular", apunta.
España se siente segura en la piscina y busca repetir el éxito de Pekín, en donde la sincronizada ganó dos medallas de plata. "En el tango es donde tenemos que romper, aunque el flamenco también lo era, llevamos más tiempo practicando el tango, y creo que tiene más potencia y dificultad que el ejercicio chino", recuerda Fuentes.
¿Qué tiene "La Cumparsita" que motiva tanto a las españolas? Responde Andrea Fuentes: "Estamos muy satisfechas de cómo ha quedado esta coreografía, que es fuerte y potente, pasional diría yo. Al igual que el propio tango argentino, hemos realizado algunos retoques para darle mayor impacto y estamos orgullosas de como está resultando". Es la puesta por la plata.

lundi 27 août 2012

PEDRO MARIO MAFFIA, el «Pibe de Flores»


Pedro Maffia nació el 28 de agosto de 1900 en la casa señalada con el N° 800 de la calle Larrea, de la ciudad de Buenos Aires. Fueron sus padres Ángel Maffia y Luisa Spinelli, ambos inmigrantes italianos.


Bandoneonista, director y compositor, se le ubica entre los grandes cultores del tango de todas las épocas.

Dice de él Luis Adolfo Sierra: «Estilo aparentemente sencillo en cuanto a su expresiva sobriedad, sin espectacularidades efectistas, pero de fascinante atracción por la belleza de su elocuente lenguaje musical, Pedro Maffia estaba sentando las bases de adoctrinamiento de las futuras promociones de instrumentistas»…

Se cuenta que una noche su padre lo llevó a escuchar a Juan Maglio «Pacho» ; en el mismo lugar actuaba el bandoneonista Pepín Piazza, amigo de la familia, quien le transmitió los primeros conocimientos de cómo ejecutar «  el fuelle » y en pocos días el muchacho ya conocía perfectamente el mecanismo del instrumento.

Debutó en el café «La marina», de Suárez y Necochea, integrando seguidamente algunos conjuntos con los que actuaba en el bajo porteño y en cafés y peringundines de la Provincia de Buenos Aires.

Una noche del verano de 1917, el «negro» José Ricardo, quien fuera más tarde guitarrista de Carlos Gardel, lo descubrió en un café de Punta Alta tocando solo y le comunicó el hallazgo a Roberto Firpo, que se encontraba con su orquesta en la ciudad de Bahía Blanca, el que inmediatamente lo incorporó a su conjunto.

En 1922 integró el sexteto de Juan Carlos Cobián, continuando con la formación, cuando Julio De Caro se hizo cargo de la dirección.

En 1926 formó su propia orquesta con la que continuó hasta 1959. Fueron sus cantores, Francisco Fiorentino, Héctor Pacheco y Pedro Lauga. En 1930 junto con Pedro Laurenz, Ciriaco Ortiz, Carlos Marcucci y Sebastián Piana, con Homero Manzi como presentador, crearon el exitosos grupo «Los Cinco Ases Pebeco».

Como compositor, dejó una rica y variada obra, de la que sobresalen los temas: «La mariposa», «Taconeando», «Ventarrón», «Tiny», «Amurado», «Pura maña»,…

Pedro Maffia falleció el 16 de octubre de 1967. Sus restos descansan en el Cementerio de la Chacarita.



lundi 20 août 2012

EL RELOJ, flor de tango



Esa mañana circulaba por la autopista, de la ciudad de Neuchâtel a Le Locle, pequeña localidad de 10.000 habitantes, fronteriza con Francia.

Nuestra intención era la de visitar un viejo molino subterráneo de harinas y aceites. En sus inicios, 1652-53, este  molino utilizó una corriente de aguas subterráneas como fuente de energía . Funcionó hasta 1899, para transformarse entonces en matadero de vacunos, cerrando definitivamente sus puertas en 1966. A partir de 1987 se convirtió en museo y actualmente es el único molino subterráneo en pie en Europa.

La ciudad de Le Locle ha sido declarada patrimonio de la UNESCO, por su urbanismo relojero ya que allí se encuentran las fábricas de las más afanadas marcas de relojes suizos, como Rolex, Tissot, Patek Philippe y Cartier.          

            A la entrada del casco urbano de esta antigua e interesante localidad de Le Locle, nos da la bienvenida  un hermoso reloj de flores, que funciona perfectamente marcando la hora con precisión suiza, inmediatamente vino a mi memoria la letra del tango «El reloj», de Roberto Cantoral, que dice así :

Reloj no marques las horas
Porque voy a enloquecer
Ella se ira para siempre
Cuando amanezca otra vez.
Nomas nos queda esta noche
Para vivir nuestro amor
Y tu tic-tac me recuerda
Mi irremediable dolor.
Reloj deten tu camino
Porque mi vida se apaga
Ella es la estrella
Que alumbra mi ser
Yo sin su amor no soy nada.
Deten el tiempo enn tus manos
Haz esta noche perpetua
Para que nunca se vaya de mi
Para que nunca amanezca.
Reloj deten tu camino
Porque mi vida se apaga
Ella es la estrella
Que alumbra mi ser
Yo sin su amor no soy nada
Ella es la estrella
Que alumbra mi ser
Yo sin su amor no soy nada.



El 2 de agosto de 1957, este tango lo grabó la Orquesta Típica del maestro  Juan D’Arienzo,  con la voz de Jorge Valdez.

jeudi 2 août 2012

Dijo Carlos Gardel: "Soy uruguayo, nacido en Tacuarembo"

En 1933, la revista barcelonesa "Popular Film" entrevisto a Carlos Gardel quien declaro: "Tengo tanto de argentino, como de frances, es decir, absolutamente nada".

jeudi 12 juillet 2012

Sentenció Horacio Salgán

«Si cuando escuchamos una obra no sabemos si es o no es un tango, evidentemente no es un tango. Será una obra hermosa, pero no es tango».


«El tango ya había sido creado muchos años antes que yo naciera. Los que venimos detrás, con todo derecho podemos enriquecerlo, pero jamás desvirtuarlo».

lundi 2 juillet 2012

OLGA DELGROSSI

Nació en Tacuarembó el 2 de julio de 1932. Su nombre de familia Olga Delgrossi Sosa. Su presencia, su fuerte personalidad, su don de gente sobre el escenario y fuera de él, justifica su apodo : «La dama del tango».


Con solo 12 años debutó con la orquesta de Malunga Saenz, ganando todos los concursos donde se presentó. En un lugar y en una época donde las preferencias estaban del lado del folclore, supo triunfar cantando tangos.

Dos años después, junto a su familia se radicó en Montevideo para comenzar su carrera profesional. Actuó en los cafés «Palace» y «Ateneo», acompañada con guitarras. Su éxito fue tan notorio que la Radio «El Espectador» la contrató para actuar en su fonoplatea.

En 1957, tras el alejamiento de Nina Miranda, Delgrossi fue requerida por Donato Racciatti. Fue su vocalista durante 7 años, luego de los cuales se desvinculo para actuar como solista.

Con la orquesta de Donato Racciatti realizó muchas grabaciones y giras por el interior del Urugauy, actuando en bailes, Clubes Sociales, en la radio, en el teatro y en las primeras producciones de la televisión uruguaya. Entre sus grandes éxitos discograficos se destacan : «Fumando espero», «Hasta siempre amor» y «Fueron tres años».

Continuo su carrera en Buenos Aires, integrándose al conjunto del bandoneonista Edelmiro «Toto» D’Amario.

Actuó en varios países de América y en 1969 representó a Uruguay en el Primer Festival de la Canción Latina en el Mundo.

Recorrió la Argentina de sur a norte, actuando en el popular programa radial «El Glostora Tango Club» y en el cabaret «Marabú».

En 1966 es convocada por Luis Stazo para integrar «Los 7 del Tango», un conjunto muy reconocido, con el que compartió escenarios con figuras como Libertad Lamarque, Alba Solís y Lalo Martel.

Retornó a su país natal, donde siguió brillando artísticamente. De esta época quedaron recordadas grabaciones con el Trío del maestro César Zagnoli.

Por décadas muchos paises americanos disfrutaron de su arte, como Brasil, Venezuela, México y los Estados Unidos. También actuó con éxito en el Viejo Mundo, Londres, París y Madrid, entre otras capitales europeas.

En el 2000, acompañada por los maestros Julio Cobelli y Waldemar Metediera, grabó un CD de amplia repercusión, con 20 títulos antológicos, entre los que se destacan los de los urugauyos Gerardo Matos Rodríguez, «La cumparsita» y Alberto Mastra «No la quiero más».

En Montevideo también incursionó en el teatro; recordamos los títulos «Nostalgeses» y «Discepolín», dos obras de César Charlone Ortega.

En 2001 viajó a Buenos Aires para grabar nueve temas para el programa Tango Club del canal Crónica TV. Ese mismo año su pueblo natal, Tacuarembó, la cuna de Carlos Gardel, le rindió un merecido homenaje y en la ciudad de Minas, Departamento de Lavalleja, recibió el premio Morosoli por su extensa trayectoria artística.

Festejando sus 56 años con el tango, en el 2003 grabó junto al cantor Ricardo Olivera, un disco compacto sobre poemas de Nelson Pilosof, cuyas letras musicalizaron los maestros Donato Racciatti, Julio Cobelli y el pianista argentino Miguel Ángel Barcos.

Al día de hoy, Olga Delgrossi sigue deleitando a sus seguidores con su talento artístico y escénico, con actuaciones en locales nocturnos de Montevideo, Colonia y la Costa de Oro.



dimanche 17 juin 2012

LA CUMPARSITA Y EL FÚTBOL



Dr. Nelson Sica Dell’ Isola
                El tango y el fútbol, son el centro de las preferencias populares en el Río de la Plata. Son «berretines» populares, como ya los calificó la película «Los tres berretines», de la década del treinta, protagonizada por Luis Sandrini.
                Corría el año 1924 y Uruguay concurría a los juegos olímpicos que se realizaban en Colombes (Francia). El equipo estaba integrado por José Leandro Andrade, Pedro Arispe, Pedro Cea, Alfredo Ghierra, Andrés Mazali, José Nasazzi, Pedro Petrone, Ángel Romano, Héctor Scarone, Santos Urdinarán y José Vidal.
            Pese a que ya había ganado cuatro campeonatos sudamericanos de fútbol, ninguna chance se asignaba a nuestro equipo. Nadie daba «dos vintenes» por nosotros. El diario francés «Le temps», cuando comenzaba el campeonato decía: «Nos apena que sean tan torpes estos jóvenes sudamericanos. Han venido desde tan lejos y tendrán que volverse después del primer partido».
                Comenzó el certamen y Uruguay debutó goleando 7 a 0 a Yugoslavia, luego 3 a 0 a Estados Unidos, 5 a 1 a Francia y 2 a 1 a Holanda, clasificándose así para la final con Suiza que se jugó el lunes 9 de junio de 1924 y otra vez se impuso la celeste ganando por 3 a 0, logrando  invicta el primer cetro de este deporte.
            Ante 60.000 espectadores dieron la Vuelta Olímpica, ideada por nuestros jugadores, que se transformó en costumbre a nivel mundial.
            Pero, qué tiene que ver «La cumparsita» con esta victoria?
                Mucho, porque cuando nadie esperaba el triunfo de «les indiens uruguayens», la banda que tenía que tocar los himnos, desconocía el del país ganador. Ante esta situación, el Dr. Atilio Narancio, les preguntó a los músicos si conocían el tango «La cumparsita» y al contestar afirmativamente, se acordó que dicho tema fuera tocado al izarse la bandera uruguaya en el mástil  más alto de los homenajes.
                La anécdota la contó el Emabajador uruguayo en Santo Domingo, Dr. Edison González Lapeyre, en carta del 3 de abril de 1979 al Sr. Erasmo Silva Cabrera (AVLIS).
            Habían pasado 7 años de su estreno en «La Giralda»…
            Por entonces, tango y fútbol eran cosas de jóvenes y muchos de nuestros jugadores se lucían dibujando cortes y quebradas en los locales nocturnos de la «Ciudad Luz», como por ejemplo el mediocampista José Leandro Andrade.
                Un día fueron a uno de ellos, donde actuaba la orquesta de Francisco Canaro. Al interpretar «El himno de los tangos», se cuenta que el vasco Cea se puso de pie y con la mano en el corazón. Preguntado por uno de sus compañeros por su actitud exclamó : «Pero no manyan que es el himno nacional !!!».
            En 1924 la creación de Gerardo Matos Rodríguez, ya era «himno» de nuestro país.  Su música, 74 años después, fue declarada por Ley N° 16.905 del 2 de enero de 1998, publicada en el Diario Oficial del 10 de enero siguiente, «himno cultural y popular de la República Oriental del Uruguay», reconociendo lo que ya estaba resuelto en los hechos.

dimanche 3 juin 2012

Domingo Serafín Federico



Bandoneonista, arreglador, director y compositor, nació en el barrio de Palermo, Buenos Aires, el 4 de junio de 1916.

            En un principio estudió guitarra, piano y violín, para finalmente elegir el bandoenón; Pedro Maffia fue su maestro.   

En 1931 debutó profesionalmente en Radio Porteña, acompañando a radioteatros. Seguidamente actuó con la orquesta de Juan Canaro, luego dirigió una orquesta melódica y en 1939 ingresó a la orquesta de Miguel Caló, para formar la suya propia el 15 de julio de 1943.

            Fue el pianista de Francisco Canaro, cuando el eximio maestro maragato viajó con su orquesta a Japón.

            Como compositor le pertenecen, «Mordiendo el rencor», su primer tango en 1930, «A bailar», «Tristeza de la calle Corrientes», «Percal», «Al comp’as del corazón», «Saludos», «Yo soy el tango» y «Yuyo verde», entre otros.

            Domingo Federico falleció el 6 de abril de 2000.

mardi 29 mai 2012

A 95 AÑOS DEL ESTRENO DE "LA CUMPARSITA"


El 19 de abril próximo pasado se cumplieron 95 años que el maestro Roberto Firpo con su Cuarteto estrenó en la Confetería "La Giralda" de 18 de Julio y Andes, de la ciudad de Montevideo, "La cumparsita".
Hoy a modo de recuerdo, transcribimos la glosa que nuestro estimado amigo Oscar Olivetti, le dedicó a ese tango.Yo nací en Montevideo
capital del Uruguay.
Fue mi padre un oriental
Gerardo Matos Rodríguez,
18 de Julio y Andes,
de mi ciudad, corazón,
latió fuerte con un brinco
cuando don Roberto Firpo
con un soplo espiritual
mis notas hizo sonar
y a la vida me parió.
Allí en mi casa natal
que se llamó "La Giralda",
principios del siglo veinte,
cerquita de mi arrabal.
Fui creciendo entre los tangos
desde la calle Yerbal,
bailé en sus peringundines
y en me vine para el centro
me di dique en sus salones
y en cuanta casa bacana
me quisieran escuchar.
Viajé hacia la Argentina
donde muy bien me trataron
y cual música nativa
como a un hijo me adoptaron.
Cuando fui más crecidita
a Europa me las piqué,
solita me presenté:
soy la oriental "Cumparsita".
Allá también me aceptaron
igual que el resto del mundo,
y hoy soy más reconocida
que cualquier otra canción.
Enorme destino tengo,
igual que Gardel, mi hermano,
unidos y de la mano
nacidos para triunfar.
Los versos voy terminando
en presentación sentida,
soy oriental como el mate,
Don José Artigas y Obdulio,
el Candombe, las Llamadas,
Peñarol y Nacional.
Cuando mis notas resuenan
con un larde triunfal,
todo el mundo va a la pista,
nadie queda sin bailar.

mardi 8 mai 2012

ROBERTO FIRPO, consagrada figura del tango


Hoy, 10 de mayo de 2012, se cumplirán 128 años del nacimiento  del maestro Roberto Firpo en Las Flores, Provincia de Buenos Aires, República Argentina.

            Desde muy joven mostró gran inclinación por la música. Fue por 1906, que tomó lecciones de piano y solfeo con el maestro Alfredo Bevilacqua.

            Así se dio su debut profesional : Juan Carlos Bazán, «El Gordo Mamadera» le propuso formar un trío que debutó en «El Velódromo». Componían el mismo, Firpo en el piano, Bazán en clarinete y Arturo Lafémina en violín.

            Ahora Roberto Firpo armó un conjunto típico bajo su dirección, en el que eran primeras figuras Eduardo Arolas en bandoneón y David «Tito» Roccatagliata en violín, con el que actuó en el «Armenonville» y el café «El estribo».

            En 1914, Arolas es sustituído por Juan Bautista Deambroggio e ingresaron Agesilao Ferrazzano como segundo violin y el flautista Alejandro Michetti.

            Tras su gran éxito en la Argentina, Firpo viajó a Montevideo debutando el 8 de febrero de 1915 en el Teatro «Royal», donde estrenó dos temas, «El estagiario», del Dr. Martín Lasala Álvarez y de su autoría el tango «Montevideo», dedicado a nuestra ciudad capital.

            Días después en el Cine «Uruguayo», de la Av. Agraciada y San Martín, estrenó otro de sus tangos «Homero».

            En setiembre de 1918 Firpo emprendió una gira por el interior de la Argentina, lo acompañaba el dúo Gardel-Razzano. En el transcurso de la misma, en la localidad de Punta Alta, José Ricardo guitarrista del dúo, asombrado de las condiciones de un bandoneonista solista que actuaba en el café «La Marina» le comentó a Firpo : «Es un bandoneón que suena distinto a todos».

            Firpo lo escuchó en silencio e inmediatamente ofreció al músico, un lugar en su conjunto y el hombre lo aceptó. Así fue el ingreso de Pedro Mario Maffia al grupo de Roberto Firpo.

            También desfilaron por sus agrupaciones, pianistas de renombre como Luis Cosenza, Mariano Mores y Horacio Salgán.

            Firpo reunió todas las cualidades para considerarlo una de las figuras más importantes del tango.